Genocidio y deporte

Mario Rodríguez, abogado y comunicador.

La contradefensa del gobierno sionista ante quienes se oponen a sus políticas inhumanas, siempre es calificarlos de antisemitas. Lo irónico de todo ello es que, también los PALESTINOS son parte del pueblo semita, al ser de origen árabe.

En todo caso, gran parte del mundo se ha unido para lanzar la voz en contra de las atrocidades cometidas en GAZA, la cual ya se manifiesta con más de 66 mil fallecidos, todo con la finalidad de controlar esa pequeña franja, y con la excusa de acabar con Hamás.

Sólo este pasado sábado, en una nueva incursión del ejército israelí, se acabó con la vida de 91 personas, entre ellas niños y dos médicos, lo cual es inadmisible, debiéndose parar esta barbarie.

Por otra parte, la pasada semana, muchas representaciones diplomáticas se retiraron cuando empezó a hablar Netanyahu, quien, por cierto, desvió la ruta de su avión para no atravesar territorio español y francés, ante la orden de captura internacional que pesa en su contra.

Volviendo a su discurso, la representación tica no salió del recinto, lo cual no sorprende en lo más mínimo, mientras, el presidente francés le insinuaba a Trump que detener esta guerra indiscriminada le daría puntos para obtener el anhelado premio Nobel, lo cual tuvo un leve efecto, pues, el estadounidense dijo que no permitirá una anexión de Cisjordania a Israel.

En todo caso, las intenciones expansionistas han quedado reveladas, con las manifestaciones del ministro de Finanzas de ultraderecha de Israel, quien sugirió“… que habrá “bonanza” inmobiliaria en Gaza tras la guerra”, incluso, mencionó que existe un plan para repartir GAZA con E.E.U.U, lo cual hace recordar las distribuciones que se han dado luego de cada guerra entre las potencias triunfadoras.

Así las cosas, no caigamos en la trampa de la falsa propaganda del gobierno israelí, sobre todo, cuando la misma ONU ha aceptado que estamos ante un genocidio, lo cual deja todo muy claro; siendo esencial e imperativo, lograr detener este ataque inmisericorde y terminar de una vez por todas con esta masacre, creando el tan anhelado Estado Palestino, tal y como lo refirió Abbas, ante la ONU: “Hamás no tendrá ningún papel que desempeñar en el gobierno de Palestina”.

Ahora bien, no me olvido de las víctimas del ataque de Hamás, acaecido el 7 de octubre de 2023, y mucho menos, de los rehenes que permanecen a expensas de este grupo terrorista, el cual, por cierto, recibió ayuda de parte de Qatar desde el 2018, con el permiso de parte de Netanyahu, quien lo reconoció recientemente, esto con elobjetivo de mantener divididos a los islamistas con la Autoridad Palestina, con una tremenda dosis de cinismo e hipocresía.

Ojalá, no sólo se depongan las armas, sino que se entreguen a los rehenes de forma inmediata, y se juzgue a los responsables de tan salvaje ataque perpetrado contra el pueblo judío. Del mismo modo, deberán responder los altos mandos que están provocando el genocidio en Gaza, ello ante la justicia de su país, o ante la Corte Penal Internacional.

El periodista Carlos Sandoval García, en su libro “Fuera de Juego” (Editorial UCR, 2013), hace un análisis interesantísimo de la influencia del deporte -sobre todo del fútbol-, en la vida de las personas, y en el cómo este engloba conceptos como nacionalidad y globalización. También explica con ejemplos criollos, el cómo los políticos se han apropiado de los éxitos del fútbol, para obtener beneficios en la forma que las personas les perciben.

Al respecto señala Sandoval, citando a David Rowe que “… el deporte es una de las instancias contemporáneas claves en donde la expresión de emociones fuertes es traducida en generación de capital” (pág. 35). Además, “…el deporte y específicamente el fútbol, es una especie de “opio de las masas” – una perspectiva en la que coinciden tanto lo que otrora fueron las izquierdas y las derechas- como aquellas perspectivas populistas que verían en los deportes y en particular en el fútbol, la expresión de las “auténticas” vivencias de grupos y naciones, ignorando que el deporte, como cualquier otra práctica cultural, expresa determinadas relaciones de poder” (pág. 50).

De esta forma, tradicionalmente, el deporte ha sido objeto de manipulación por parte de algunos gobiernos, con el fin de obtener réditos propagandísticos cuestionables en muchas ocasiones; también, las organizaciones criminales han atacado al deporte, buscando provocar alarma y terror.

No se puede olvidar el golpe sufrido a la delegación israelí durante las olimpiadas de Múnich (1972), con el fallecimiento de 11 atletas israelíes.

Del mismo modo, cuando se acrecentaba el poder de Hitler, organizó las olimpiadas de Berlín (1936) en donde divulgó sus ideas supremacistas, y pocos años después, inició la II Guerra Mundial, y el Holocausto. Del mismo modo, Rusia invade Crimea en 2014, y 4 años después estaba organizando el mundial de la FIFA.

O sea, los Estados han encontrado en la organización de eventos deportivos de alcance mundial, así como en la participación de sus selecciones en los mundiales u olimpiadas, un medio o instrumento de promoción de sus ideas, sobre todo cuando sus políticas riñen con los derechos humanos.

Pero, podríamos agregar el mundial en Qatar (2022), y los más de 400 trabajadores migrantes que fallecieron en la construcción de estadios. O bien, las políticas discriminatorias en contra de los homosexuales, al igual que Rusia, situaciones que parecen no importar al momento de asignarse las sedes por parte del COI, o la FIFA.

Recientemente, saltó a la palestra, la participación del equipo Israel Premier Tech, en donde, muchas manifestaciones pro-palestinas opacaron la Vuelta a España, exigiendo la salida de dicho equipo.

Incluso, dos de los principales patrocinadores han exigido el cambio de nombre, y hasta de nacionalidad, para continuar con su aporte económico.

Es más, el ayuntamiento de Barcelona ha vetado la participación de dicha escuadra para la edición 2026, así que, los han puesto en “jaque”. Por el contrario, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no solo homenajeó al equipo, sino que, atacó el gobierno de Pedro Sánchez por su opacidad -según ella- en el control de las protestas.

En el mismo orden, la semana entrante, se espera que la UEFA y la FIFA saquen a Israel de las competiciones futbolísticas, lo cual considero correcto, pues, merecen el mismo trato dado a Rusia por su invasión a Ucrania. Por el contrario, el COI ha rechazado tal posibilidad.Así que, esperó exista coherencia en los entes internacionales, y se separe a todas las agrupaciones deportivas israelíes de las competiciones mundiales, hasta que, finalice la ofensiva en contra del PUEBLO PALESTINO.