«Más vale encender una vela que maldecir la oscuridad»
(William Shakespeare)
Adriana Núñez, periodista Visión CR
Sin duda alguna, uno de los libros más leídos e impresionantes de la historia, ha sido “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, del autor inglés William Shakespeare. Publicada en dos partes: la primera en enero de 1605 y la segunda diez años después, dicha obra inmortal, que alcanzó en este 2025 la edad de 420 años, es referente obligado en la cultura bibliográfica de todo el mundo.
Al igual que otros títulos famosos del autor -quien era poeta, actor, dramaturgo y escritor- tales como Hamlet, Macbeth, Otelo, Romeo y Julieta, El Mercader de Venecia, etc. además de tener una trama inigualable, tanto El Quijote como los demás textos, contienen dichos, refranes y una serie de lecciones de vida que no han perdido ni perderán vigencia.
Hoy vamos a repasar algunas de esas frases significativas, sencillas pero hondamente humanas, que nos servirán para reflexionar una vez más, sobre el sentido de la existencia y el inmenso valor de los principios que -inapelables e inamovibles- han servido para ordenar, facilitar y mejorar la convivencia entre los seres humanos, independientemente de la época en que les haya tocado crecer y transitar.
Nacido en abril de 1564 -mes en el que también falleció en el año de 1616- William Shakespeare, desde 1582 y hasta su deceso, estuvo casado con Anne Hathaway, quien era 8 años mayor que él y con la cual, procreó tres hijos: Susanna, Hamnet -quien murió con tan solo 11 años de edad- y Judith; los dos últimos, eran mellizos.
Es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y una de las más grandes figuras de la literatura mundial. Sus creaciones, que incluyen tragedias, comedias, y obras históricas, han sido traducidas a todos los idiomas principales y continúan representándose y estudiándose en todo el mundo.
Palabras certeras que fijan la ruta
Amigos lectores, les invito a continuación, a releer estas significativas frases y a analizar, cuánto de ellas han aplicado en su propio camino. Estoy segura de que mucho; pero si no ha sido así, siempre hay una oportunidad para esforzarse, rectificar el rumbo y transitar por los senderos y vericuetos de la vida, con menos carga y mayor confianza y ligereza en cada paso.
- “Unos van por el ancho campo de la ambición soberbia, otros por el de la adulación servil y baja, otros por el de la hipocresía engañosa, y algunos por el de la verdadera religión; pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda, pero no la honra (…) Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que son de hacer bien a todos y mal a ninguno.”
(Don Quijote, capítulo XXXII)

- “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.”
(Don Quijote, Capítulo LVIII)
- “Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento, ateniéndome a lo que suele decirse: que de los desagradecidos está lleno el infierno. Este pecado, en cuanto me ha sido posible, he procurado yo huir desde el instante que tuve uso de razón; y si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras obras, pongo en su lugar los deseos de hacerlas, y cuando éstos no bastan, las publico; porque quien dice y publica las buenas obras que recibe, también las recompensará con otras.”
(Don Quijote, Capítulo LVIII)
- “Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores, porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte, y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria; y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.”
(Don Quijote, Capítulo XLII)

Otras frases más cortas:
“La venganza consume el alma” (Hamlet)
“La vida es fugaz, así que haz que tenga sentido (Macbeth)”
“No todo lo que reluce es oro (El mercader de Venecia)”
“El amor trasciende todas las barreras (Romeo y Julieta)”
“Los celos son una fuerza destructiva (Otelo)”
““Sé fiel a ti mismo” (Hamlet)”

Las palabras, tienen poder, tanto para iluminar el alma, como para zaherirla. Pero indiscutiblemente, trazadas con entrega y sensibilidad en las páginas de los libros, se constituyen en fuente inagotable de conocimiento.
Suscribo con humildad y respeto, las palabras del ilustre José Antonio Hernández Guerrero, doctor en Filología Hispánica, licenciado en Filología Moderna y Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Cádiz. cuando en su artículo titulado “El Quijote desde la teoría de la experiencia vital” subraya:
“La aspiración esperanzada nace del descubrimiento de la posibilidad de que alguien escuche nuestra voz y lea nuestros textos. Todas nuestras palabras, todos nuestros gestos son expresivos y comunicativos: cualquier grito trata de encontrar un interlocutor atento. El lenguaje, aún el más irracional, el llanto mismo, nace ante un posible oyente que lo recoja con respeto y lo interprete con interés.”