- Pese a que en Costa Rica la violencia doméstica se ejerce mayormente contra mujeres, actualmente han aumentado las agresiones que muchas féminas -sin calibrar las consecuencias- están ejerciendo contra sus parejas, exparejas y los padres de sus hijos.
- Según estadísticas nacionales más del 20% de los niños menores de 15 años no vive con su padre bajo el mismo techo; los sondeos también señalan que muchos de los papás enfrentan dificultades para dedicar suficiente tiempo a sus hijos, especialmente si no viven en la misma casa, su trabajo es muy demandante o encuentran reticencia por parte de las madres para facilitar la interacción con ellos.
Adriana Núñez, periodista Visión CR
“La violencia hiere el cuerpo y la mente del que la ejecuta, del que la sufre, de los que lloran, de toda la humanidad. Nos rebaja a todas las personas”
(Kathleen Reichs, (n.1948) antropóloga forense y escritora)
Un interesante estudio realizado por Sofía Jiménez Rivera como trabajo final de graduación y publicado en 2023 por la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), profundiza en los múltiples casos de violencia que ejercen algunas mujeres contra los hombres en nuestro país,
La investigación tal y como lo subraya la autora “explora analítica y fácticamente las condiciones en las que la violencia doméstica contra los hombres tuvo lugar y las posibles causas”.
El análisis realizado por Jiménez Rivera, sumado a las experiencias que algunos varones han narrado en torno a la agresividad con la que ciertas féminas permean sus vínculos de pareja y sobre todo, el ejercicio de la paternidad responsable, me ha despertado interés pues he tenido acceso a casos concretos donde no sólo sufren los hombres sino también sus hijos y familiares cercanos.
Aunque nuestro sistema no suministra un número claro de cuantos casos de alienación parental hay en Costa Rica, sabemos que el asunto es cada vez más evidente e importante gracias a los esfuerzos que varios grupos han desplegado, para visibilizar la temática en nuestro país y debido a los reclamos legales que existen.
Debemos recordar que la agresividad contra los hombres -al igual que la que se ejerce contra las mujeres- está enmarcada dentro de lo que conocemos como violencia doméstica, categoría que incluye cualquier tipo de abuso físico, psicológico, sexual o económico.
Pese a ello, según algunas fuentes consultadas, lamentablemente en muchos casos, los hombres que sufren violencia doméstica pueden experimentar dificultades para acceder a la justicia, en apariencia porque todavía hay una enorme falta de sensibilidad hacia esa creciente problemática, lo que dificulta la denuncia y la protección de las víctimas.
En esta nota, vamos a referirnos puntualmente a aquellos hombres a los cuales se les han vulnerado sus derechos como padres.
Actos que provocan sufrimiento
En diciembre de 2017, un interesante reporte publicado por el periódico La Nación, dio cuenta de lo que ha ocurrido en ciertos casos concretos; dicha nota señaló que “cuando el padre afectado acusa a su expareja, la Fiscalía pide desestimar la causa porque los jueces de Familia supuestamente no advirtieron a la parte denunciada que de no cumplir el fallo se exponía a una causa penal”.
El artículo se refería a aquellos papás a los cuales la mamá de sus hijos simplemente les negaba, interfería o utilizaba a discreción, el régimen de visitas establecido por ley. Ello independientemente de que los aludidos, fuesen buenas personas, cariñosos padres y fieles cumplidores con el depósito de la pensión alimentaria.
En la oportunidad, la publicación mencionada, elaborada por Katherine Chaves R. informó:” Así se lee en una solicitud de desestimación de un caso que data «del 12 de octubre anterior (del 2017) que hizo Kenneth Picado, de la Fiscalía Adjunta del Segundo Circuito Judicial de San José: …“Si bien el afectado presenta documentación como actas policiales que advertirían un incumplimiento de una orden jurisdiccional, lo cierto del caso es que, en las resoluciones, no se observa que los jueces hayan confeccionado una orden para los acriminados, con los requerimientos básicos para que se configure el delito de desobediencia”.
Pareciera que ello también depende del juez, pues no obstante lo expuesto, hay que acotar, tal y como también lo indicó el diario La Nación, que al día siguiente -13 de octubre, “una mujer fue condenada por impedirle a sus hijos ver a su papá. A ella se le sentenció por tres años por el delito de desobediencia a la autoridad”. Un precedente que sin duda alguna puedo contribuir a que las aludidas, lo piensen dos veces antes de desmeritar la relación de los hijos con su padre biológico.
Lo cierto es que los derechos de los niños y niñas son claros al indicar que ellos deben tener acceso a padre y madre, algo que no puede ser objeto de manipulación, siempre y cuando cada progenitor sea persona decente y cumpla con las obligaciones morales y económicas, hacia sus vástagos.
Lamentablemente, existen en Costa Rica dramáticos casos de menores de edad separados de sus papás porque las mamás les han “convertido en objetos de trueque”. Así lo expresa un crítico del sistema, quien señala que “muchas veces la madre quiere manejar a su antojo la relación de sus hijos con el padre, no solo para interferir en ella sino también para usarla como método de presión con el fin de obtener más dinero, bienes u otros beneficios. E incluso, basándose en la animadversión contra la expareja y con el ánimo de hacerle la vida imposible”.
Y es que tal y como lo ha señalado en un documento la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “la alienación parental consiste en las conductas que lleva a cabo el padre o la madre que tiene la custodia de un hijo o hija, e injustificadamente impide las visitas y convivencias con el otro progenitor, causando en el niño o niña un proceso de transformación de conciencia, que puede ir desde el miedo y el rechazo, hasta llegar al odio”
No digas a un niño que papá «no sirve para nada»
Este tipo de situación va más allá de manipular las visitas. Incluye también acciones tales como hablar mal del otro progenitor delante de un niño, circunstancia deplorable que puede causarle una serie de problemas emocionales y psicológicos tales como sentirse confundido, herido, enojado o incluso experimentar ansiedad y depresión.
Mediante acciones antiéticas como esas, incitadas con frecuencia por algunas mujeres, logran afectar la imagen del padre, dañando a la vez, la confianza y el respeto que sus hijos tienen por él.
En este punto, hay que recordar que múltiples especialistas, psicólogos, pedagogos e investigadores sociales, han enfatizado que la relación de los niños y niñas con el padre biológico es fundamental “para el desarrollo integral de los niños, aportando beneficios en su bienestar emocional, social, y cognitivo”. La presencia del padre contribuye a mejorar la autoestima, las habilidades sociales, el rendimiento escolar y la salud mental de sus hijos.
Así se ha reiterado en múltiples publicaciones, incluyendo el artículo “Apego al padre y salud escolar”, que apareció en 2024, en la revista de Psicología del International Journal of Developmental and Educational Psychology, por sus siglas INFAD, donde se reiteró, que la figura paterna significa para los hijos, un pilar de “apoyo y seguridad, que les permite adquirir mayor autonomía e independencia”. Esperemos que en lo atinente a las situaciones descritas, en Costa Rica, donde el tema de los Derechos Humanos ha sido una bandera y que -tal y como lo señala la Constitución- la ley se aplique y cubra a todos por igual, independientemente del género, raza u origen.