“No te digo que será fácil. ¡Te digo que valdrá la pena!”
– Anónimo-
Adriana Núñez, periodista Visión CR
El 26 de junio, se conmemora en nuestro país el Día Internacional contra el Abuso de Drogas y el Tráfico Ilícito, una fecha destacada en el calendario nacional con el fin de que mediante esfuerzos públicos y privados, se incentiven campañas de concientización y más acciones concretas para combatir el flagelo que representan el creciente consumo y trasiego de drogas en suelo nacional.
Por esas razones, en agosto de 2023, numerosas entidades se incorporaron al recién creado Sistema Nacional de Prevención de Consumo de sustancias psicoactivas (SINAPRE) que promueve el uso de distintas herramientas como son; información, educación, ocupación, cultura; además, “el empleo del tiempo libre de los jóvenes en actividades recreativas sanas, la detección precoz y la intervención temprana en los grupos de mayor riesgo” para enfrentarse a esa interminable pandemia.

El SINAPRE nació -según se señaló en su momento-como “una respuesta objetiva del Plan Nacional sobre Drogas, sustentado por un proyecto de trabajo riguroso, con una misión por cumplir, pero sobre todo con el compromiso de prevenir el consumo de sustancias psicoactivas”, Y se estipuló entonces, que estaba compuesto por representantes de las siguientes instituciones:
Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), Ministerio de Educación Pública (MEP, Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Universidad Estatal a Distancia (UNED), Instituto Mixto de Ayuda y Social (IMAS), Universidad Nacional (UNA), Dirección Nacional de Desarrollo Comunal (DINADECO), Fuerza Pública, Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER), Narcóticos, Seguridad Ciudadana y Justicia de la Embajada de Estados Unidos (INL), Dirección Nacional de Centros de Educación y Nutrición, y de los Centros Infantiles de Atención Integral (CENCI-NAI).
No obstante, pareciera que la realidad supera las buenas intenciones.
Las drogas, pandemia sin fin
Pese a ese y otros esfuerzos impulsado por las autoridades en materia de seguridad y prevención, lo cierto es que en Costa Rica, tanto el tráfico como el consumo de estupefacientes han ido en aumento, lo mismo que las graves situaciones que dichas actividades ilícitas conllevan, entre las que destacan: violencia, matonismo, conformación de bandas criminales, sicariato y en general, el deterioro mental, moral y físico que provoca en generaciones de jóvenes costarricenses.
En esta ocasión, nos referiremos específicamente, al aumento en el consumo de varias sustancias: marihuana, cocaína, crack y fentanilo.
De acuerdo con el Instituto de Alcoholismo y Fármaco Dependencia (IAFA) el cual realiza investigaciones aproximadamente cada 5 años, para el año 2022, correspondió la realización de la VII encuesta sobre consumo de sustancias psicoactivas en población de 12 a 70 años, estudio que incluyó una muestra de aproximadamente 16.059 personas residentes en hogares del país -similar a la realizada en el 2015- con lo cual se aseguró una mayor representatividad en los datos obtenidos y la posibilidad de detectar de forma más clara el aumento significativo en las cifras.
Cannabis
Según el sondeo efectuado en 2015, que reflejó un porcentaje de consumo del 17,7% en población general, la cifra pasó en 2022 a un preocupante 19,9%. Aunque el consumo de cannabis en Costa Rica se encuentra despenalizado, es preciso recordar que la venta, cultivo, producción y distribución, son ilegales y que un alto porcentaje de la población está en contra de esta medida.
Datos recabados por el IAFA mostraron que aunque un considerable porcentaje de la población costarricense (61,1%) apoyaba iniciativas de investigación científica, y un 64,3% indicó tener una opinión favorable respecto al uso del cannabis con propósitos médicos, un alto porcentaje de ciudadanos, el 66.6%, desaprobó la medida de entregar de forma controlada este producto a los consumidores.
Cocaína

Para el periodo 2022 se detectó, según el IAFA, que un 9,8% de los hombres entrevistados había usado cocaína al menos una vez en la vida, mientras que entre las mujeres el número fue de un 2,2%. En general, la encuesta reflejó que alrededor del 6% de los participantes, habría consumido este tipo de droga. Y la oferta y demanda siguieron creciendo.
De conformidad con datos oficiales, el decomiso de esa droga en 2023 fue de 21,4 toneladas mientras que durante el pasado 2024, se confiscaron 27 toneladas, es decir, 5,6 toneladas más de cocaína.
Crack
Mientras que en el año 2015 la encuesta reflejó que el consumo de esa sustancia entre los hombres fue de 0,5%, ya para 2022 el porcentaje aumentó a un 0,9%. En el caso de las mujeres, el porcentaje de consumo en los últimos doce meses se estableció en 0,2% en el 2015 mientras que para el 2022 fue del 0,8%,
No en balde a muchos les impresionó la cifra de incautación de crack en cárceles, que se elevó de 36.620 dosis en 2020 a 79.608 dosis en 2022, un aumento de 117,3%, según el informe “Incautaciones de Drogas en Centros de Atención Institucional del Sistema Penitenciario Costarricense, Anuario estadístico 2022”
El fentanilo: riesgo mortal
Además del excesivo consumo de cannabis, cocaína y crack, que se suman al de licor y a los medicamentos psicotrópicos adquiridos de forma ilegal, desde 2022, causó alarma el hallazgo sobre la utilización de “otras drogas emergentes” y de diseño, como son los estimulantes, circunstancia que según el estudio del IAFA, alcanzó a un 25.7% de los usuarios.

Y ahora, tres años después de la investigación, las consecuencias del creciente problema son mucho más visibles en razón de otras sustancias que han ido robando terreno, razón por la cual, aún sin contar con una encuesta más reciente, para abril 2025, las autoridades de Seguridad, con apoyo del Ministerio de Educación, enviaron un mensaje directo a las juventudes del país, indicando que el fentanilo se ha constituido en un riesgo latente, frente al cual la población debe saber que “una sola dosis de esa sustancia puede ser suficiente para causar la muerte.”
De acuerdo con el informe presentado por las autoridades, el fentanilo ha sido identificado en diversas presentaciones, como polvo, gotas, tabletas e inclusive en forma de dulces o papeles impregnados.
Si a los datos descritos le sumáramos los hechos delictivos, violencia y muerte que el trasiego y consumo de drogas han traído al país, sabríamos por qué es tan importante dotar a los cuerpos policiales especializados, de mayor presupuesto, equipos y personal; al mismo tiempo, también resulta perentorio presionar a los gobiernos locales para que destinen más fondos a la lucha anti drogas en todas y cada una de las comunidades del país, una labor a la que indiscutiblemente, se deben unir -de forma sistematizada- las escuelas y colegios y los grupos familiares de los estudiantes.
¡Es aquí y ahora cuando se necesita actuar! Y las acciones deben realizarse en todos los frentes posibles.