Revista Mundo Deportivo
Kenia es una de las principales factorías, por no decir la más relevante, a la hora de formar y ‘fabricar’ fondistas. Su elevada altitud, su fuerte mentalidad, su dieta y la tradición cazadora y de pastoreo, así como la capacidad de sacrificio, trabajo y la apuesta por el atletismo, son algunas de las claves para entender la posición de privilegio del país africano en el olimpo del atletismo, desde que en los Juegos Olímpicos de México de 1968 se presentara en sociedad con las victorias de Naftali Temu, Kipchoge Keino o Amos Biwott.
Más recientemente, son de sobras conocidos los éxitos de Eliud Kipchoge o los oros en los Juegos de París este verano de Emmanuel Wanyonyi, Beatrice Chebet o Faith Kipyegon. Una larga lista de nombres a la que aspira a sumarse Ezekiel Letaya, el sorprendente ganaor de la 101 Allianz Jean Bouin, que con un ritmo endiablado no dio ninguna opción a sus rivales en el duro circuito de Montjuïc este domingo.
Letaya ya había maravillado días antes en la Lleida 10K Internacional, en la que partía para hacer de liebre y en la que acabó 2º con un tiempo de 28’, cinco segundos más que el ganador, el también keniano Victor Kipruto (27’55”). Pero, ¿quién es esta nueva perla keniana del atletismo, que levita con suavidad y firmeza sobre el asfalto y que manifiesta una gran humildad cuando atiende a la prensa?
El ganador de la 101 Allianz Jean Bouin, feliz en el campo
Ezekiel Letaya (25 años) es de etnia masai. Nació en Narok, no lejos de Nairobi, aunque en la actualidad vive en Ngong, donde entrena con Kiprono Menjo, cuyo apellido sonara a los más habituales de la decana en ruta del atletismo y a los buenos aficionados al running, para los que en su día fue un auténtico ídolo, ya que venció la Clásica Atlética de MD hasta en tres ocasiones: 2007, 2009, 2010.
Fue el propio Menjo el que lo localizó en julio y en un abrir y cerrar de ojos firmaba con la agencia de representación de atletas de Ramón Linares, figura clave en la trayectoria deportiva de Letaya y de otros atletas de Kenia, desde que en el 2017 se desplazara a este país por primera vez para una concentración en altitud y ese viaje culminara en una nueva faceta de representante para este ex atleta. Desde el primer día, viendo sus cualidades, diseñaron un programa de preparación específico para Ezekiel y tramitaron los visados para que pudiera venir a España y competir, pisando suelo europeo por primera vez el pasado noviembre.
A diferencia de otros atletas de renombre en su país, en su familia no hay tradición por el running, de hecho él empezó a correr en el 2020, ya que en su trabajo –es militar de aviación– se promociona a sus trabajadores para que sean buenos corredores y representen a su departamento en los campeonatos militares y en los nacionales, y ahí fue donde Ezekiel Letaya empezó a demostrar su potencial y a enamorarse del atletismo, llegando a correr en 3:40 el 1.500 y logrando podios en carreras de cross de su país. Padre de tres hijos, un niño y dos niñas –el mayor de 8 años, 3 el mediano y el pequeño 1 y medio–, a Ezekiel, como buen masai, le gusta cuidar el rebaño de vacas y cocinar chapati, comida tradicional de Kenia, el ‘pan’ de Kenia, que Ramón Linares asegura que lo prepara a las mil maravillas.
«Nuestra intención”, explica Linares a MD, “es que pueda consagrase en la élite de pista del 5.000 y 10K, para hacer el paso a distancias mayores como media maratón el año que viene y en un futuro medio el maratón»
Sabe Ezekiel que se halla ante la ocasión de su vida y Linares –gran aficionado al atletismo, quien siempre compitió en el 1.500 y que llegó a disputar el Campeonato de España en 2018 y 2019, con marcas de 3:48 y 30:13 en el 10K– sabe que tiene en sus manos a un diamante en bruto que sólo debe pulir y saber administrar. “Nuestra intención”, explicó Linares, “es que pueda consagrase en la élite de pista del 5.000 y 10K, para hacer el paso a distancias mayores como media maratón el año que viene y en un futuro medio el maratón”.
Letaya ya ha dejado constancia de su clase en Lleida y Barcelona y tiene ante sí una prometedora carrera, que debe ir escribiendo sin prisa pero sin pausa, y esta semana competirá en el cross de Zaragoza y después volará a Kenia para preparar el 10K de Castellón.
La idea de Ramón Linares es reclutar a atletas talentosos como Ezekiel y crear un campus de entrenamiento en Catalunya, de forma que puedan ‘foguearse’ en carreras como la 10K de Lleida, la Allianz Jeasn Bouin, Nassos o la Mitja de Terrassa y Granollers. Por ahora, cuando tienen que competir por tierras catalanas –la agencia de Ramón Linares, que aún no se ha presentado en sociedad pero ya está dando que hablar y tiene atados a 15 atletas– se concentran en Sant Hilari Sacalm y entrenan por los caminos y pistas forestales de esta localidad, en la pista de atletismo de Vic o por el ‘carrilet’ que conecta Olot con Girona, a día de hoy una vía muy transitada por ciclistas y runners dejado atrás su pasado ferroviario.
