Por Arturo Fournier, abogado jubilado y exdiplomático
Semana del 03 al 09 de MARZO del 2025
En el mundo
05 de marzo de 1953 (hace 72 años) mueren Stalin y –lamentablemente– también Prokóviev, ambos el mismo día.
Stalin fue un gobernante soviético de origen georgiano, llamado Iossif Vissariónovich Dzhugashvili, que participó en la revolución bolchevique de 1917, sin embargo, su ambición de poder lo llevó a perseguir no sólo al fundador del ejército rojo (Lev Trotsky), sino que a la mayoría de los fundadores del movimiento que logró la toma del poder, puesto que desconfiaba de todas las personas y veía conspiraciones en cualquier manifestación que no se adecuara a su voluntad de hierro.
En su afán de imponer sus gustos, más allá de la política y sus necesidades, se inmiscuyó en los criterios creativos y musicales, exigiendo a los artistas que las obras musicales estuvieran de conformidad con su opinión.
Uno de los compositores que sufrió por esto, fue el gran maestro Serguei Sergeievich PROKOFIEV, nacido en Ucrania en 1891, que en ese momento formaba un sólo país con Rusia. Alumno entre otros de Rimsky-Korsakov. Estuvo mucho tiempo fuera de su país, en Inglaterra, Francia -donde trabajó con el ballet Diaghelev- y los Estados Unidos, donde conoció y casó con la española Lina Codina, con quien regresó a la URSS en 1933, donde fue recibido con honores, sin embargo, luego Stalin consideró su música demasiado “moderna y poco revolucionaria”, por lo que lo sancionó y lo tuvo al borde de ser deportado a Siberia, a donde sí terminó su esposa Lina. Dicen que vivía en un estado de tensión e inseguridad, lo que se relata magistralmente en el libro “La Pasión Rusa” de la española Reyes Monforte.
Lamentablemente no pudo tener tranquilidad, puesto que ambos personajes fallecieron el mismo día.
06 de marzo de 1475 (hace 550 años) nace Miguel Ángel Buonarroti, uno de los más grandes artistas que ha conocido la humanidad.
Escultor, pintor, arquitecto y poeta, originario de la Toscana (mi región preferida de Italia, donde viví por alrededor de 3 años, y cuya casa de habitación quedaba a 200 varas de la mía) quien ha sido considerado uno de los más claros representantes del Renacimiento italiano, movimiento creativo en el que dejó amplia huella y enseñanzas.
Depuró y mejoró la técnica de sus maestros, creando su propio estilo.
A pesar de que falleció en Roma, en 1564, expresamente solicitó ser enterrado en la maravillosa ciudad de Florencia (Firenze), donde pasó algunos de sus mejores años.
En esa ciudad podemos apreciar uno de sus más grandes legados: el David, excelencia de escultura, que revolucionó el arte, por el fino y maravilloso trabajo sobre el mármol. Cuando le preguntaban cómo hacía para lograr tal perfección anatómica, con enorme humildad (virtud de las personas más inteligentes) respondía: “yo no hago nada más que limpiar el material, para sacar la figura que se encuentra en su interior”.
Al marchar a Roma también creó maravillosas obras, como La Pietà que está exhibida al ingreso a la Catedral de San Pedro (el Vaticano), con un ejemplar e inimitable juego y disposición de los ropajes, mientras la Virgen Madre sostiene a su Hijo fallecido.
Fue protegido y patrocinado por grandes mecenas como Lorenzo de Médicis y varios Papas, entre ellos Alejandro VI y Julio II, quien es magistralmente interpretado por Rex Harrison, en la fantástica película La Agonía y el éxtasis, mientas pedía al artista (interpretado por Charlton Heston), que terminara de pintar y decorar la Capilla Sixtina, una de sus obras maestras.
Visto que estamos en el gran aniversario del fin de la última gran conflagración mundial, debemos recordar que el 09 de marzo de 1945 (hace 80 años) la aviación de los Estados Unidos llevó a cabo la “Operación encuentro”, fuertísimo bombardeo sobre Tokio, que dejó 100.000 civiles muertos, 1 millón de desplazados, y destruyó 41 kilómetros cuadrados de la ciudad, considerado como el más mortífero de toda la IIª Guerra Mundial. Según algunos fue aún más devastador que el desatado con bombas incendiarias contra Dresden, en febrero de 1945, cuando 1.200 bombarderos aliados de la Royal Air Force y de los EE.UU., durante 3 días lanzaron ataques aéreos contra esa ciudad artística, llamada “la Florencia del Elba”, a la cual arrasaron para forzar la rendición de Alemania, tratando de interferir en los movimientos masivos de civiles.
Recomiendo un interesante libro de una pareja que operaba un hotel en Costa Rica, cerca de la Fábrica Nacional de Licores en Rincón de Salas de Grecia, llamado “English Girl, German Boy, World War II from both sides”, donde el señor relata su terrible experiencia durante los bombardeos a esa ciudad.
Si los aliados hubieran perdido la guerra, es muy posible que se les juzgara por crímenes de guerra contra la población civil.
En Costa Rica
El 04 de marzo del 2018 (hace 7 años) se firma el Acuerdo de Escazú.
Dicho acuerdo adoptado por las Naciones Unidas, se acordó en Costa Rica en 2018, tiene el valor de ser un hito en materia internacional, al constituirse como el primer instrumento vinculante para América Latina y el Caribe, en garantizar, desde la perspectiva de los derechos humanos, el derecho al acceso a la justicia, a la participación pública y a la información en materia ambiental.
Su base se remonta a la Declaración de Río de 1992 que consagra, en su Principio 10, el derecho de participación del público en materia ambiental; así como al acuerdo europeo sobre participación (Convenio de Aarhus de 1998). El Acuerdo de Escazú viene a consolidar el derecho de todas las personas a ser actores esenciales en la toma de decisiones en materia ambiental y a reafirmar el papel del Estado en la protección de las personas que defienden el ambiente.
La Rama Costarricense de la Asociación Americana de Juristas (AAJ), mediante un pronunciamiento fechado el 20 de octubre de 2020 lo consideró de suma importancia, porque fue resultado de un amplio e inclusivo proceso de elaboración, del que cualquier agrupación civil interesada tuvo posibilidad de participar activamente (https://www.cepal.org/es/acuerdodeescazu/mecanismo-publico-regional), por lo que, desde su misma concepción es fiel reflejo del principio democrático que tanto distingue a nuestro país, junto con el respeto por el medio ambiente y los derechos humanos, también inherentes a dicho Acuerdo. Afirma la AAJ que Costa Rica debería retomar su liderazgo en derechos humanos y ambientales.
Consideraron que lo sostenido en una cuestionable decisión tomada en el voto 2017001163 de febrero de 2017 por un juez constitucional costarricense (y que constituye una total regresión con relación a su jurisprudencia anterior); que el principio de participación del público en asuntos ambientales sí es un derecho humano, porque en primer lugar, (aunque el dicho juez constitucional lo ignoró intencionadamente) el artículo 9 de la Constitución define al Estado costarricense como una República participativa; y en segundo lugar, porque así lo ha establecido expresamente la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el párrafo 242 de su Opinión Consultiva OC-23, dada a conocer en el 2018, donde precisa que: «g. Los Estados tienen la obligación de garantizar el derecho a la participación pública de las personas bajo su jurisdicción, consagrado en el artículo 23.1.a de la Convención Americana, en la toma de decisiones y políticas que pueden afectar el medio ambiente, de conformidad con los párrafos 226 a 232 de esta Opinión«.
Varios se han opuesto a este acuerdo, tales como la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, mediante pronunciamiento P 070-2020 del 8 de octubre del 2020; la Cámara de Industrias, PR-116-2020, del 19 de noviembre; el 22 de enero del 2021; y el reconocido abogado Dr. Rubén Hernández, quien emitió un pronunciamiento considerándolo inconstitucional.
El sector ecologista dice que no pierde la esperanza en que se reconozca su validez y vigencia.
El 7 de marzo de 1921 (hace 104 años) termina la guerra de Coto, que se desarrolló del 20 de febrero al 7 de marzo de 1921, según ya analizamos en el artículo anterior: https://revistavisioncr.com/esta-semana-en-la-historia-18/
A propósito de Miguel Ángel Buonarotti, su concepción del Hombre y la pintura «al fresco» de la Capilla Sixtina
Una de las pinturas más conocidas y aclamadas del gran pintor florentino del renacimiento es la creación de Adán, una de las escenas más famosas plasmada por el gran maestro en la bóveda de la Capilla Sixtina en el Vaticano.
Lo que más llama la atención al investigador acucioso es el “lenguaje no verbal”, tan de moda en las interpretaciones de acontecimientos públicos de nuestros tiempos. De hecho, vemos a un Adán desganado, y hasta perezoso, extendiendo, sin ambiciones, su mano hacia el Ser Supremo Dador de Vida. Y a éste, tratando de tocar su mano con toda su infinita fuerza. Todo ello, a pesar de la gran oposición que ejercen sobre Él aquellos ángeles y querubines que presienten “el gran error divino a punto de suceder”. Solamente tres indefinidas figuras, colocadas sobre su hombro izquierdo y con semblante decidido, parecen empujarlo a la realización de su (para Miguel Ángel) terrible objetivo, mientras que los demás personajes se muestran opositores a “tan terrible “decisión.
Miguel Ángel interpreta, de manera asombrosa, su opinión sobre el Ser Humano y la consecuencia de su existencia sobre el resto de La Creación. Un libro de cien mil páginas no podría expresarlo mejor.