Tallin: la ciudad medieval más bonita de Europa

Tallin: la ciudad medieval más bonita de Europa

Hoy continuamos nuestro «tour» por la ciudadaes más bellas del mundo y en esta ocasión visitaremos Tallin, considerada como la ciudad medieval más bonita de Europa.

Desde lo alto del mirador Patkuli, las vistas sobre Tallin son sencillamente espectaculares. Situado en una plazoleta empedrada en lo alto de la colina de Toompea, el barrio del castillo  se eleva sobre los tejados rojos de la ciudad medieval.

Patrimonio de la Humanidad: Centro histórico de Tallin. Estonia 1997
Centro histórico de Tallin, Estonia.

Numerosas iglesias como la gótica de San Olav, con tu torre coronada por una puntiaguda aguja –sus 159 metros la convirtieron en 1549 en el edificio más alto del mundo-; los torreones de cuento de hadas del casco antiguo o el gran puerto a orillas del Báltico y la ciudad moderna, son suficientes para embelesar a quienes deciden viajar a esta bella ciudad.

Hoy, la capital de Estonia es una urbe en plena efervescencia a la que la independencia de la Unión Soviética en 1991 dio un empujón definitivo.

Desde entonces no ha parado de crecer con la eclosión de numerosos barrios emergentes que la han transformado a través de iniciativas innovadoras.

En un recorrido imprescindible por el casco antiguo, catalogado patrimonio de la humanidad por la Unesco, se perciben influencias rusas, especialmente en construcciones de la parte alta, la habitada durante la edad media por nobles y clérigos, como el bellísimo templo que sobresale con sus cinco cúpulas de cebolla y sus once campanas.

Catedral de Alejandro Nevski en Kesklinn, Tallin, Estonia | Tripomatic
Catedral de Alejandro Nevski en Kesklinn,Tallin, Estonia.

En esta parte de la ciudad, que hoy reúne la mayoría de edificios gubernamentales y embajadas, es donde se encuentra el castillo de Toompea, que alberga el Parlamento, una fortaleza del siglo XIII, reconstruida una y mil veces, y, a poca distancia, otra catedral, la de Santa María, la más antigua de Estonia continental.

La ciudada baja

A los pies de Toompea, la ciudad baja es mucho más concurrida y llena de vida. Hogar de mercaderes entre los siglos XIII y XVI, sus construcciones alrededor de la muralla de piedra caliza construida gracias al comercio de la sal -buena parte procedente de Cadiz- son un reflejo de la riqueza de una destacada ciudad de la Liga Hanseática. El barrio discurre entre un entramado de calles y callejuelas empedradas, plazas, iglesias, palacios y talleres de artesanos, restaurantes, comercios, casas gremiales y torreones cónicos.

El mercado de flores y la puerta de Viru, la entrada al casco antiguo de Tallin
El mercado de flores y la puerta de Viru, la entrada al casco antiguo de Tallin.

La puerta de Viru, la entrada principal, flanqueada por dos torres, da paso a la calle homónima, un gran eje comercial, junto con otras vías como la calle Pikk -la más larga-, o las calles Pierna Larga y Pierna Corta.

Aunque reservados, los estonios hacen gala de sentido del humor, ya que es frecuente encontrar lugares o monumentos bautizados con nombres jocosos como las calles mencionadas o el de la torre de Margarita la Gorda, un bastión de dimensiones considerables que alberga el museo marítimo junto a la puerta de la playa.

Pero tal vez el que causa mayor sorpresa a los foráneos es el de la puerta sur, bautizada como Kiek in the Kök, literalmente “mirar en la cocina”, en referencia a su proximidad con las casas de los tallineses.

Anécdotas aparte, existen numerosos lugares que resultan imprescindibles. Es el caso de la iglesia Niguliste, un edificio sacro que acoge un museo de arte eclesiástico, entre cuyas obras figura un fragmento de la Danse Macabre, de Bernt Notkeque, una pintura de finales del siglo XV que arroja la visión del mundo de la edad media. Otros rincones son el pasaje de Santa Catalina, que en su día albergaba las celdas de los monjes hoy reconvertidas en estudios de artesanos, o la plaza del Ayuntamiento.

Archivo:kirik 22-03-2013.jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre
Tallinna Niguliste

Y es que, en el medievo, la vida de la ciudad pasaba invariablemente por esta plaza flanqueada de palacios nobles en tonos pastel, en el que sobresale el edificio consistorial de estilo gótico. La emblemática construcción luce el escudo de Tallin, coronada por una veleta en forma de soldado medieval que representa a Vana Toomas, protagonista de una leyenda local.

Es también en esta plaza donde se instala el mercado de Navidad, considerado uno de los más bonitos de Europa. Aquí, desde 1441, el protagonista es un gigantesco árbol -fue el primer árbol de Navidad del Viejo Continente- que se llena de buenos deseos. Entre adornos y lucecitas, las casetas de madera ofrecen artesanías, vino caliente y especialidades como el pan de jengibre, la morcilla o la col ácida.

Mazapán y flores

A poca distancia de la plaza, encontramos el Café Maiasmokk, uno de los más antiguos de la ciudad (abrió sus puertas en 1864). Es famoso por sus galletas jengibre y, sobre todo, por el mazapán, un producto que, durante la edad media, la farmacia del Ayuntamiento lo dispensaba como remedio para el mal de amores (hoy todavía la vende como fórmula magistral). El local, que elabora figurillas de numerosas formas y colores que luego son decoradas, ofrece la posibilidad a los clientes de pintar sus propias creaciones.

, Estonis
Cafe Maiasmokk en Tallin.

No es posible abandonar la ciudad vieja sin detenerse en el mercado de flores de la calle Viru, abierto las 24 horas del día. Y es que, para los estonios, las flores hablan. Reservados a la vez que introvertidos, las flores sustituyen al lenguaje verbal. La costumbre indica regalar un número impar, ya que el número par se ciñe a los funerales. Y si se trata de confesiones amorosas, la tradición apunta al color rojo, la encarnación universal de la pasión.

Kalamaja y Telliskivi

Kalamaja es uno de los barrios más de moda de la capital y, posiblemente, uno de los más singulares del norte de Europa. Situado cerca del casco antiguo y salpicado de casas de madera de vivos colores en las que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX vivían obreros, hoy es un barrio residencial y de ocio repleto de pequeñas tiendas y cafeterías. Las viejas fábricas han adquirido nueva vida en forma de espacios culturales, museos, restaurantes y bares.

La Ciudad Creativa de Telliskivi (Telliskivi Loomelinnak), por su parte, también bebe del pasado industrial. Este barrio emergente de edificios ferroviarios y fabriles es un centro para empresas creativas; startups con propuestas en ocasiones poco convencionales.

Telliskivi Creative City | Visit Estonia
Ciudad creativa de Telliskivi.

Aquí conviven tiendas de diseño, moda y artículos vintage, restaurantes y bares como Junimperium, que ofrece visitas guiadas a su destilería de ginebra; Fotografiska Tallinn, un museo de renombre internacional; el hotel sostenible Hektor Container, alojado en un antiguo edificio del ferrocarril, o Peatus, un puesto de comida y discoteca instalados en dos vagones originales del tren de la ruta Moscú-Tallin.

Noblessner

Poco queda del que fuera, entre 1912 y 1917, el astillero de submarinos más grande del imperio ruso. La zona se ha reconvertido en un moderno puerto deportivo con el único restaurante con dos estrellas Michelin del país. El barrio cuenta con 12 imponentes edificios históricos de piedra caliza hoy ocupados, entre otros por Shishi -un templo de la decoración navideña- o la fábrica de cerveza Pohjala, en la que degustar sus ediciones limitadas.

No hay ninguna descripción de la foto disponible.
El antiguo astillero de submarinos de Noblessner en Tallin, Estonia, se ha transformado en un barrio vibrante con museos, galerías de arte y calles sin coches.

Es recomendable acercarse hasta Iglupark y emular a un local pasando un tiempo en una sauna iglú frente al Báltico y, si la valentía lo permite, sumergirse después en las aguas del Báltico. Y es que la sauna, más allá del relajo, para los estonos tiene una función social; forma parte de su vida cotidiana.

Más allá del pop art, quienes deseen profundizar en el arte de Estonia, deberán acercarse hasta el Kumu Art Museum, el centro expositivo más grande y representativo del país. La colección permanente incluye obras de principios del siglo XVIII hasta 1991. Se encuentra en el palacio de Kadriorg, construido por el zar Pedro el Grande para su esposa Catalina, en el siglo XVIII.

Parque Nacional Lehemaa

El Vihula Manor Country, en el parque Lahemaa, se encuentra rodeado de naturaleza

Es uno de los seis parques nacionales y solo le separan medio centenar de kilómetros de la capital. Refugio de aves y animales salvajes, entre ellos el lince y el oso pardo, es un paraíso de coníferas, abedules, sauces y robles -el árbol nacional-.

Vihula Manor Country Club & Spa.

En su interior, el Vihula Manor Country Club & Spa, es un alojamiento de lujo que ocupa más de una veintena de mansiones históricas restauradas que vieron su época de esplendor gracias al comercio y al contrabando de vodka.

En el mismo parque o en zonas próximas, como en Small Lapland, en la reserva natural de Põhja-Kõrvemaa, situada en el condado de Harju, es posible llevar a cabo actividades en plena naturaleza, especialmente atractivas en invierno: trekkings, raquetas de nieve

 yexcursiones en trineos tirados por perros.

Y quienes busquen una experiencia realmente original -y no teman al frío- deberán acercarse hasta Metsaresto, un restaurante escondido en un bosque mágico, al aire libre (es imprescindible abrigarse bien), toda una inmersión natural, que incluye un recorrido sorprendente entre obras de arte luminosas, rodeadas de nieve.

Hasta el jueves próximo!

Visitado 55 veces, 1 visita(s) hoy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *